viernes, 17 de octubre de 2008

Little did he know.

Daniel se levantó aquella mañana, como lo hubiera hecho en una mañana cualquiera. Quitó rapidamente las frasadas, cosa de que el frio matutino lo ayudara a despertar y a prepararse para su nuevo día. Metío sus pies en sus pantuflas y tomó rumbo hacia el baño. Abrió la puerta y encendió la luz. Busco su cepillo de dientes con la mirada. Encontrar un cepillo en las mañanas puede ser mas engorroso de lo que se podría pensar, nunca sabes donde puede estar. Una vez localizado, Daniel tomó el cepillo y le puso pasta de dientes. Comenzó a cepillar sus dientes de la misma forma en que lo había hecho las 452 veces anteriores, partiendo por los dientes de la izquierda y terminando en los de la derecha. Enjuagó su boca con abundante agua, y luego la escupió. Apagó la luz del baño, y volvió a su pieza, en la cual tomó las mismas prendas que había usado el día anterior, y comenzó a ponerselas, de la misma forma en que lo había hecho las 631 veces anteriores, partiendo por los calcetines, y terminando con la bufanda. Tomó su mochila que estaba colgada en una silla, y salió de su casa. Caminó hacia el paradero de la micro, no sin antes comprarle al mismo vendedor, el mismo café que solía tomar todas las mañanas que iba camino al paradero. Esperando la micro, alcanzó a leer por encima del hombro de un caballero su horóscopo. Leer por encima de los hombros era una técnica que Daniel había desarrollado en los últimos 945 días, cada vez que podía. A Daniel le gustaba bastante intentar actuar de acorde a los consejos que le entregaban las efímeras premisas impresas en el papel. Poco sabía él, que justamente eso sería la causa de su muerte. Desgraciadamente el tímido Daniel creyó demasiado en sus horóscopos. "La vida le sonreirá, siempre cuando sea capaz de sonreirle a las personas que lo rodean". Terminado de leer esta frase por sobre el hombro de un caballero, se dió cuenta de que había una persona a su lado que lo miraba fijamente. Era una persona la cual Daniel nunca había visto en su vida, o eso creía él. En realidad era la persona más importante de su vida, iba a ser la culpable de su muerte. Tras darse cuenta de que lo miraban, Daniel no atinó a hacer nada más que voltearse y sonreir. Gracias a que se volteó, tropesó con la vereda y calló a la calle, por la cual en ese preciso momento pasó una micro, la cual lo chocó y mató al instante. Desgraciadamente el tímido Daniel creyó demasiado en sus horóscopos~

5 comentarios:

~Kokuna dijo...

Está chori~ Aunque tanta perfección y veces contadas estresa.
El final es lo mejor... y me da lata escribir...


PD: Se escribe 'frazadas' y 'tropezó'

Cami Fisher Rijo dijo...

:O Como se llmaba esta pelicula...
La del cobrador de impuestos con el reloj? D:
No me acuerdo, en fin XD

Te copie y me hice blogspot!!
icykao.blogspot.com :D

Bura dijo...

Eh? Pero que te pase EXACTAMENTE lo contrario a lo que dice el horóscopo no es supersticioso también? XD

Ta weno, pero dime... Los números son al azar o tienen alguna razón para ser precisamente esos?

Kanna dijo...

holo:B
adoro tus cosas escritas *0*
amo los numeros XD.
y eso quiero juntarme contiguuuuu
ia eso tau

Katia Rheinen dijo...

it's funny how things end up being,
they aren't always what one expects,
and sometimes they take you for surprise...

debo vengarme de tu persona...
cuando menos te lo esperes~

omg, espero que no tengas muchas cosas que hacer para la otra semana
necesito pedirte un favor~

buen texto
quizás no deba fiarme tanto del mio,
pero el problema es que normalmente lo leo al final del día, y dice por todo lo que pase... [lo juro, es impresionante], por lo que eso me hace confiarme mucho en el [aun que a ratos lo odio...]
pero bueno, simplemente es el editor que no sabe que inventar...

LALALALALA!!
el uru te manda saludos
y la blanquita tb(L)
niah! niah!
hablamos -w-